El término sustrato se aplica en la agricultura a todo
material sólido, natural o de síntesis, que colocado en un contenedor, en forma
pura o mezcla, permite el desarrollo del sistema radical y el crecimiento del
cultivo pudiendo éste intervenir o no en la nutrición de la planta.
Un sustrato está formado por 3 fases y cada una de ellas
cumple con una función específica e importante como se menciona a continuación:
a)
Fase
solida; es la responsable del anclaje de la raíz, asegurando así la integridad
de la planta.
b) Fase
liquida; importante en el suministro del agua y fertilizantes (nutrimentos) a
la planta.
c) Fase
gaseosa; es la responsable del transporte del dióxido de carbono y oxígeno
entre la raíz y el medio externo.
Según la información anterior es importante destacar que
el porcentaje que ocupe cada una de las
fases, es manipulable de acuerdo a la granulometría del sustrato, con la
finalidad de obtener las características ideales para un mejor desarrollo de
los cultivos. Algunas razones por las cuales se ha llegado a tomar la decisión
de usar materiales distintos al suelo son las siguientes;
1). Se tienen un manejo más controlado de la nutrición de
la planta
2). Se evita el contacto con patógenos del suelo
3). Se puede producir en terrenos pedregosos, de tepetate
o infértiles
4). Se evitan problemas causados por salinidad de suelos
5). Ahorro de agua y fertilizantes en el caso de la
recirculación
Elección del
sustrato
Esta decisión es muy importante si queremos obtener un
efecto positivo en la producción de nuestros cultivos con el uso de este medio
por lo cual la elección del material se realiza principalmente en base a:
1)
Un
análisis de las propiedades físicas, químicas y biológicas.
2)
Ensayos
de evaluación agronómica.
3)
Costo
de adquisición, punto en el cual se pone en ocasiones mayor atención.
Abad et al.
(2005), menciona que salvo situaciones extremas ningún sustrato que cumpla con
los requerimientos mínimos (características físicas principalmente) puede
considerase inadecuado, porque las plantas responden a las características de
los sustratos más que a sus constituyentes.
Aunado a esto otros puntos menos decisivos pero
importantes a tomar en cuenta son; que el sustrato debe estar disponible en
abundancia y ser homogéneo en cuanto a su característica granulométrica,
facilidad para ser transportado y con ello tener en cuenta los costos de este
servicio y también es importante considerar el impacto ambiental que se genera.
Cada uno de los factores marcará el rumbo de los
resultados a obtener de nuestro cultivo, principalmente las propiedades
físicas, ya que las químicas tienen menor relevancia a diferencia del suelo
donde difícilmente se puede
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Fuente:
Castellanos J. Z. 2009. Manuel de Producción de Tomate en Invernadero. INTAGRI. Celaya, Gto. México.
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