El nogal es un árbol que requiere de suelos profundos,
aireados y de buena fertilidad. Los niveles
de producción han aumentado, generando que se esté plantando en condiciones
diferentes a las necesarias.
Arbol del nogal
pecanero. Fotografía: Intagri.
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Al cultivar esta especie en condiciones adversas a las
recomendadas, una práctica que toma mucha relevancia es la preparación del
suelo por lo que el manejo es el siguiente: se recomienda realizar 2 prácticas
de labranza principalmente; (1) un subsoleo, con el propósito de romper las
capas compactadas del suelo que restringen el movimiento de agua y aire, pero
sobre todo el de las raíces, (2) acamellonar, es recomendable cuando se cultiva
en suelos muy salinos o en condiciones
de agua salina, debido a que las sales se mueven en forma ascendente y la
altura del camellón aleja a la planta un poco de las sales y la saturación.
Si bien el árbol de nogal no es una planta extremadamente
extractiva de nutrientes como las plantas C4, está muy cerca de esas especies
debido a que acumula aceite en su fruta, lo que implica un gasto energético y
nutricional realmente alto, ya que la transformación metabólica para la
transformación de aceite en los vegetales es un proceso muy caro fisiológicamente
hablando.
Cuando se pretende tener una alta producción de fruta y
de buena calidad, el cultivo sí se vuelve muy demandante, requiriendo que se
apliquen fertilizaciones adecuadas. El fósforo
participa en la transformación de azúcares a aceite y el potasio es clave en el
transporte de azúcares desde las hojas a los frutos. El N es fundamental para
su crecimiento y buen desarrollo.
Formas
del N y el efecto en el nogal
El nitrógeno es un elemento absorbido por las
plantas como anión nitrato (NO3-) y catión amonio (NH4+);
muy móvil en el suelo como en la planta. Forma parte estructural de las
enzimas, aminoácidos, ADN y la clorofila, cuantitativamente es el nutriente más
importante en el nogal. El cultivo prefiere una combinación nitrato-amonio,
generando con esto buenos resultados.
Al ser el nitrógeno un elemento muy esencial
para el nogal, existen fertilizantes nitrogenados que mejora la permanencia de
la forma amoniacal en su paso a nitrato en la zona de absorción radicular,
aumentando la posibilidad de que la planta aumente de manera significativa su
absorción y la eficiencia de uso de N. Un ejemplo de estos fertilizantes son
los que contienen dimetil pirazol fosfato (DMPP) disminuyen de forma temporal
la tasa de transformación del N amoniacal (NH4+) a
nítrico (NO3-).
Síntomas de deficiencias
y excesos de nitrógeno
El nitrógeno es un elemento muy móvil, por lo que los
primeros síntomas de deficiencia se observan en las hojas viejas, se limita el
crecimiento de la planta, poco desarrollo de brotes, las hojas muestran un
color verde pálido y pequeñas además de caer prematuramente. Si hablamos de rendimiento
se reduce considerablemente. Un exceso de N provoca brotes vigorosos, grandes y
abundantes, hojas verde obscuras y exuberantes. Este tipo de situación induce
problemas para lignificar adecuadamente antes del invierno y genera una menor
producción de fruta.
Si se desarrolla una fertilización nitrogenada
estratégica se puede lograr una producción de materia seca y homogeneidad del
nogal, así mismo mejorar el vigor y la sustentación follaje-fruta, cuya
finalidad es tener buenos rendimientos y fruta de
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