En todas las explotaciones
agrícolas es indispensable iniciar con el establecimiento de plantas sanas,
libres de plagas y enfermedades; introducir una plaga o patógeno al cultivo
durante la plantación es iniciar una batalla que afectará negativamente al
rendimiento, para ello es indispensable
trabajar con un enfoque preventivo, y preguntarnos qué calidad de planta estoy
adquiriendo y ¿qué problemas debo prevenir? En el caso de la zarzamora, una de
las plagas que más afecta al cultivo es el pulgón melocotonero que a
continuación se describe.
Estas plagas son de color variable, el más común es el verde pálido y de
tamaños que van de 1.2 a 2.1 mm. Las hembras se reproducen asexualmente por
partenogénesis cuando las temperaturas son óptimas (23-26 °C), alcanzando su
máxima reproducción en primavera y verano. Con la llegada del frío en
otoño-invierno la reproducción se da más de manera sexual, los huevos se
depositan en las bases de las yemas de la zarzamora para tolerar las bajas
temperaturas. Sin embargo cuando las condiciones son favorables su reproducción
puede darse de manera asexual durante todo el año.
Las plagas hibernan en estado de huevo en grietas de la madera de arándanos
y zarzamoras. En época de floración, eclosionan los huevos y las ninfas
alcanzan el estado adulto, las hembras ápteras (sin alas) dan origen a 2 o 3 generaciones. Con
posterioridad se movilizan a las hojas causando su enrollamiento y muerte. Al
finalizar la primavera aparecen las hembras aladas que migran a otro hospedero.
Síntomas y daños
Los síntomas y daños que provoca esta plaga son: 1) enrollamiento de
hojas y brotes afectando también a flores y frutos, 2) Debilita la planta al
realizar picaduras alimenticias y succionar la savia, 3) Es un eficaz
transmisor de virus, 4) Segregan gran cantidad de melaza, sobre la que se
instala el hongo causante de la fumagina, lo que reduce la calidad de los
frutos.
Control y manejo
La estrategia de lucha se debe basar en tres aspectos fundamentales:
detección temprana de la plaga, respetar al máximo a los enemigos naturales que
son muchos, no aplicar químicos cuando la población comienza a descender por
acción de organismos benéficos, en caso de aplicar insecticidas utilizar solo productos
selectivos, de distinto modo de acción para evitar la resistencia de la plaga.
Control
químico: entre los ingredientes activos a utilizar para el
control de los pulgones se encuentra el pirimicarb, imidacloprid, pimetrozina,
acetamiprid, tiametoxam, tiacloprid, flornicamid. Como se mencionó anteriormente es muy
importante realizar una buena rotación de insecticidas para evitar generar
resistencias, los de modo de acción sistémica no se pueden usar cuando se
acerca el periodo de fructificación pues pueden permanecer en el fruto; por lo
que se deben respetar los “días a cosecha”.
Control biológico: Como el resto de
pulgones, Muzys persicae posee una amplia gama de enemigos
naturales, que incluye los parasitoides, depredadores y hongos entomopatógenos. En la primera categoría destacan las Aphidius colemani, A. matricariae, A. ervi, Lysiphlebus testaceipes, Trioxis angelicae, Aphelinus sp. Mientras que como depredadores sus enemigos
son las: Aphidoletes
aphidimyza, coccinélidos (Coccinella septempunctata, Adalia bipunctata, Scymnus spp.), Chrysoperla carnea, chinches
miridos (Macrolophus
caliginosus) y antocóridos (Orius spp.), coleópteros cantáridos
(comunes en frutales) y finalmente los hongos entomopatógenos están: Verticillium
lecanii y
si desea más información visite www.intagri.com
Fuentes:
Malais, M., H y Ravensberg, W., J. 2003. Knowing and recognizing the biology of glasshouse pests and their natural enemies. The Netherlands.
Rebollar, A., A. 2011. Manejo integral de la fitosanidad en el arándano y la zarzamora. UACH, México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario