La eficiencia en el uso de nitrógeno
en cereales a nivel global es de solo 33%, y en el Valle del Yaqui este valor
apenas llega al 31%. El nitrógeno que no
es recuperado por el cultivo, representa una pérdida para los agricultores pues
es el principal insumo de la producción. Esta ineficiencia impacta también en
el ambiente, pues el nitrógeno perdido como óxido nitroso contribuye a la
destrucción de la capa de ozono. El que se pierde por percolación contribuye a
la eutrofización de los cuerpos de agua y afecta a los sistemas acuáticos
adyacentes a las zonas agrícolas. Estas mismas pérdidas pueden contribuir
también a incrementar el nivel de nitratos en el manto freático, que resulta en
una amenaza para la salud humana.
Por tales razones es necesario
desarrollar tecnologías de diagnóstico que les permitan a los agricultores
conocer con mayor precisión las cantidades de nitrógeno que requieren sus
cultivos y evitar la sobredosificación de este elemento. En el sur de Sonora, se ha
utilizado con éxito, la tecnología del sensor GreenSeeker como herramienta de diagnóstico para determinar las necesidades de
fertilización nitrogenada en trigo. La tecnología tiene tres componentes
fundamentales:
1. El establecimiento de una franja
de referencia o franja rica, donde se aplica una dosis no limitante de
nitrógeno.
2. Uso del sensor GreenSeeker para medir la respuesta en la
franja de referencia y en el resto de la parcela que se diagnostica.
3. Los valores resultantes del
sensor se introducen a una ecuación, que determina la dosis óptima de nitrógeno
que se debe aplicar a la parcela, evitando con ello sobre dosificar el
fertilizante nitrogenado.
El CIMMYT,
en colaboración con la Universidad del Estado de Oklahoma inició la evaluación
de prototipos de este sensor GreenSeeker desde
hace diez años. Durante este periodo se calibró su uso en el cultivo de trigo, para el sur de
Sonora. En 2002, se llevó a cabo su validación en campos de agricultores de la
Unión de Crédito Agrícola del Yaqui (UCAY).
La práctica de fertilización nitrogenada de los productores del sur de
Sonora, ha consistido en aplicar 250 kg N/ha, 75 % en pre-siembra y el resto
antes del primer riego de auxilio. El uso de esta tecnología mostro
que solo el 23% de los lotes evaluados requería nitrógeno adicional al aplicado
en la siembra. Al cosechar el grano se
concluyó que al utilizar la tecnología de sensores GreenSeeker, se generó un
ahorro de nitrógeno que a precios actuales significa el ahorro de más de $
1,300 pesos/ha.
El siguiente ciclo la
tecnología fue adoptada en 80 has por el Sr. César Valenzuela, quien usó
gallinaza en lugar de fertilizante previo a la siembra. Al inicio del encañe se le realizó el
diagnóstico, indicando que su cultivo de trigo ya no requería más nitrógeno,
situación que fue corroborada en la cosecha, permitiendo un ahorro de
Fuente:
Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura
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