Generalmente los ácaros son controlados por medios
químicos, lo que representa costes significativos en términos económicos y
ecológicos y no siempre se garantiza la supresión de la plaga. Otra alternativa
viable es el control biológico
mediante liberaciones de ácaros fitoseidos (depredadores de ácaros
tetraniquidos) que se distribuyen sobre las plantas, donde se alimentan de la
araña roja. Esta técnica de control se ha empleado desde hace décadas en otros
países europeos y ha demostrado su eficiencia, especialmente en cultivos
protegidos sobre plagas como el Tetranychus urticae.
Sería deseable que estos ácaros
depredadores fueran capaces de controlar a todas las especies de Tetranychus, ya que la presencia de
estas plagas en el campo es fácil de detectar, pero nunca se realiza la
identificación de la especie responsable de los daños antes de aplicar medidas
de control. Se han realizado estudios en laboratorio para evaluar la eficacia
de estos depredadores sobre cada una de las arañas rojas. Por ejemplo, los
resultados obtenidos indican que ambas especies de fitoseidos son capaces de alimentarse
e incrementar su abundancia de forma óptima cuando consumen T. urticae, T. turkestani y T. ludeni.
Por otra parte, para el control del
ácaro blanco a nivel práctico se encuentran disponibles en el mercado especies
de Neoseiulus cucumeris que son
aplicados principalmente en agricultura protegida. Así mismo, N. cucumeris es empleado sobre todo como
agente de control biológico de moscas blancas y trips a nivel comercial. Sin
embargo, falta mucho por aprender sobre el uso correcto de esta técnica de
control biológico, para comprender su funcionamiento es necesario conocer qué
especies son viables usar en cada región, mecanismos de
Fuentes:
Tello,
M. J y Camacho, F. F. 2010. Organismos para el control de patógenos en los
cultivos protegidos. Fundación Cajamar. España.
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